¡Bienvenid@s Sean Todos!

Hagan de este pequeño espacio, un rinconsito para compartir con nosotros tus informaciones... ¡Juntos Por Una Patria Mejor!

marzo 15, 2011

Ante la crisis

El encarecimiento de los precios del petróleo es una realidad de la que a una economía como la dominicana se le hace muy difícil sustraerse, con todo y el blindaje frente a las perturbaciones externas que en ocasiones han enarbolado las autoridades. Que los carburantes suban de precios a causa  del alza en la cotización del hidrocarburo en los mercados internacionales, como ha ocurrido en esta semana, es lo más lógico.

Sin embargo, el Gobierno no ha observado la debida transparencia, obviamente que por cuestiones políticas, al lidiar con la escalada alcista de los precios del petróleo y su impacto en el mercado interno. A la clara manipulación es que se debe la confusión que prima sobre la desproporción en el costo de las gasolinas y otros derivados con relación a otros tiempos en que el crudo estaba más barato.

Cuando en marzo de 2008 el barril de petróleo en el mercado de Texas costaba 105.59 dólares, con una tasa de cambio a 34.07 pesos, la gasolina regular se vendía a 168.50 el galón; o sea, 21.40 más barato que hoy en que el galón alcanzó el precio de 189.90 y la Premium 200.10 con un crudo a 104.38 y la prima del dólar está a 37.86. Antes que aplicar la Ley de Hidrocarburos el Gobierno prefería congelar los precios internos.
El pánico cundió realmente cuando en julio del mismo año, después de las elecciones de mayo, el petróleo se cotizó a 145.58 el barril. Pero pasada la tormenta las autoridades volvieron con su política de congelamiento y rejuego con los precios desde que las circunstancias lo requirieron.

Si con un petróleo más caro y un dólar más barato los carburantes se vendían a precios más bajos sólo se explica por la falta de transparencia y el interés político con que el Gobierno ha manejado una crisis que invoca como una amenaza para la economía. Si bien el alza del hidrocarburo plantea desafíos no hay seguridad en que el problema será abordado con las medidas que demandan las circunstancias.

Si de algo se ha cuidado el Gobierno a la hora de encarar cualquier perturbación es de evadir los costos políticos. A esa precaución es atribuible su renuencia para racionar el gasto público, eliminando escapes tan irritantes como el barrilito de los senadores, las secretarías y subsecretarías de Estado sin cartera, embajadores, cónsules, vicecónsules y asesorías.

El endeudamiento externo e interno ha sido el tubo de oxígeno de que se han valido las autoridades para evitar los efectos de la crisis en los mercados internacionales. Pero la salida tiene un precio que desde ya paga el contribuyente,  que será más oneroso para las futuras generaciones. El presidente Leonel Fernández ha defendido los préstamos e incluso señalado que son manejables, pero economistas como Bernardo Vega, exgobernador del Banco Central, han advertido que  se ha llegado al límite en ese terreno.

Por los antecedentes, es difícil hacerse expectativas con las medidas que se anunciarán para enfrentar la secuela de encarecimientos de precios en el transporte y los artículos de primera necesidad como consecuencia del aumento del petróleo.

Tomado del Nacional

1 comentario:

  1. Pachito, te felicito por este nuevo proyecto, al cual le auguro éxito.
    En este momento estoy agregando tu blog al mío como uno de mis favoritos.
    Que Dios te bendiga.

    ResponderEliminar

Comenta