El impacto de ese alza internacional, que ya ha alcanzado los niveles de la anterior crisis de precios mundiales en 2007-2008, es diferente en función del tipo de cambio flexible o controlado, explica el informe.
"No obstante, no existe un patrón sencillo entre flotación y fijación: la rapidez y amplitud del aumento de precios son bastante heterogéneos y dependen de factores tales como la importancia que tienen los alimentos en el índice general de inflación y las políticas locales", explicó el texto.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula una inflación del 10,4% en Bolivia para 2011, según sus últimas previsiones mundiales.
No hay datos individuales para República Dominicana, Guatemala y Honduras.
En el subíndice particular de inflación alimentaria, "se deberían esperar aumentos de precios de alimentos de más de 10 puntos porcentuales en Bahamas, Bolivia y Honduras", advirtió el texto.
El informe explicó que el mercado alimentario mundial sufre de la falta de crecimiento de la productividad, de sequías y fenómenos metereológicos especialmente perturbadores y del alza imparable del precio del petróleo.
En el caso particular del maíz, el aumento de su uso para producir etanol ha conllevado también un alza apreciable. El 35% de las cosechas de maíz en 2010 en Estados Unidos sirvió para producir etanol.
TOMADO DE EL NACIONAL
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